Cooperativas de trabajo; una fórmula jurídica para crear mejores empresas.

Publicado: 29·06·2021  Cooperativismo Coslada 



A modo de introducción a la sesión formativa:

Estamos en una época en la que, por suerte o por desgracia, cada vez tiene más aceptación la ética en la imagen de las entidades. La responsabilidad social de la empresa respecto al entorno donde opera y también en relación a sus clientes es un factor cuya valoración está en alza. 

Esta práctica está tan extendida que hoy en día hasta las grandes empresas invierten importantes sumas de dinero para revestir su actividad como socialmente responsable. Ahí tenemos las empresas energéticas alardeando de su gestión sostenible, a las empresas de distribución jactarse de la venta de productos BIO o incluso a las empresas de aviación que hablan del impacto neutro de sus desplazamientos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero.

En este contexto, están operando las cooperativas de trabajo, una fórmula jurídica capaz de articular un proyecto de negocio y que no necesita revestirse de ninguna imagen sostenible puesto que en su propio modelo de gestión tiene en cuenta una serie de principios que rigen su actividad en base a valores de solidaridad, de igualdad, democracia o respeto mutuo. Es decir, en el ADN más produndo de las cooperativas está ya la responsabilidad social para con el entorno donde opera, cara a sus clientes y hacia la esfera interna que son sus propios trabajadores y trabajadoras. 

Las cooperativas de trabajo representan un modelo empresarial orientado a la creación de empleo de calidad para sus socios y socias y no tanto a la generación de beneficio empresarial. Cuando se habla, además de empleo de calidad se hace referencia a empleos dotados de salarios y estabilidad dignas. 

Asimismo, en los últimos tiempos se ha producido un fuerte impulso al emprendimiento, tanto desde el punto de vista público como desde agentes privados.

Pero ese empuje se ha producido respecto a un tipo de emprendimiento muy específico que es el individual, seguramente por influencia cultural de Silincon Valley, las empresas tecnológicas y la cultura norteamericana. Y debe ser así porque el autónomo es una figura característica del ecosistema económico español y también debe recibir apoyo público. El problema es que ese impulso al emprendimiento individual se ha efectuado desde un prisma específico, el prisma de que debes ser una persona excelente comunicando, brillante trazando planes, con una visión económica asombrosa y también con una capacidad creativa permantente. 

Pues bien, las cooperativas de trabajo son empresas de emprendimiento colectivo, es decir, frente al trabajo individual, en solitario, necesitan que varias personas se pongan de acuerdo en todos los aspectos básicos de la empresa. Además, reflejan un modelo de empresa en el que las personas trabajadoras corrientes, con sus virtudes y defectos, con sus diferentes capacidades y especialidades pueden unirse y poner en marcha un proyecto empresarial de cualquier tipo. Las difucultades se abordan mejor desde la visión de varias personas. 

Adjuntamos a continuación el documento de presentación empleado en la sesión formativa impartida en formato digital al colectivo de usuario del servicio de empleo del Ayuntamiento de Coslada el día 29 de junio de 2021